martes, 1 de enero de 2013

Recorrido 405

De éste paradero de micro a la Clínica Alemana hay apenas un paso, o sea Providencia, cinco cuadras y pico. Me gusta distraer el trayecto nervioso enumerando los parques en que hemos matado el tiempo alimentando memorias y reviviendo gorriones. Al llegar, como siempre tú tan precisa junto a la parada, yo tan torpe con el tropiezo entre la bajada y tu abrazo. Nos reímos recordando que en la estación anterior yo posaba mi ansiosa nariz en tu cabello negro azabache, susurrando el verso favorito del poema que te ponía la piel de gallina. No te sientas, las canas te quedan de maravilla, sólo me sorprende que siga ese aroma a café de Barrio Lastarria, a cuento leído entre besos robados junto a la casa de Pablo Neruda.
Seis en punto, vamos volando de vuelta a la entrada de tu nuevo hogar, tan lejos del nuestro. Te vas a despedir y, como siempre, tu mirada cambia y me cuentas que ya está por llegar tu marido para el paseo de Domingo. Yo sonrío y te miro, enamorado de esas ansias adolescentes tuyas, doy la media vuelta y me consuelo; "mañana será otro día de recordarnos, vieja."

martes, 4 de diciembre de 2012


Qué ganas de ser nube
mirarnos desde arriba
decirle buenos días al sol
conocer de verdad el azul del cielo
que el viento me mueva en vez de cortarse en mí
que el atardecer se refleje y me vuelva más hermosa
combinar con los árboles, dentro y fuera de un cuadro
hacer que la gente se arrepienta de tener cables eléctricos
sentirme libre
saber que vivo flotando
ser infinita
inventarme en formas y crear amores
nacer del agua y morir en ella
viajar los cielos
hacer escribir a necias como yo...
Qué ganas de ser nube
de estar en tu compañía
mirando cómo pasan mis sueños por el aire, todos los días.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Eso era amor

Mi mano en tu cabello, buscando tu oreja, jugando en tu mejilla, posándose en tu boca, acercando tu mentón, robándote un suspiro. 
Eso era amor.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Martes 13

Iba temprano en el metro detrás de un hombre vestido muy ejecutivamente formal, con chaquetón lentes y corbata, con expresión tristona, o de haber estado pensando en todo lo que tenía que hacer durante el día, medio cabizbajo. Lo que no sabía -y no le dije tampoco- es que yo iba atrás muerta de la risa porque una chinita se había pegado a su ropa e iba recorriendo hasta el cuello de su camisa, su pelo y su oreja derecha (ida y vuelta) durante todo el viaje. Se veía muy linda ella y su color rojo-anaranjado entre tanto gris. Quería quitársela pero me dio flojera el procedimiento de tocar su espalda, que se volteara, contarle que llevaba una chinita viajera sobre él, etc. Además, dicen que esos insectos traen suerte en donde se posan, no sé si es verdad ni sé si él necesitaba suerte, pero necesitaba una sonrisa robada. Ojalá la chinita se la haya dado.

jueves, 18 de octubre de 2012


Viaja, explora, encuentra, desea, quiere y enamora.
Toma formas, se disfraza de lo conocido, nos juega a las escondidas mientras se juega el miedo a ser descubierta.
Busca, reconoce, siente, se queda, remece, crea y destruye, regresa, a veces ni vuelve.
Toca y traspasa, mantiene, pasa el tiempo y rejuvenece, se intensifica, toca recuerdos, memorias, corazones, cinturas y más abajo.
Todo lo puede... la voz todo lo puede.

domingo, 9 de septiembre de 2012

"Donde vaya y con quien me encuentre, cargaré conmigo mismo, con el muerto que YO mismo soy. No puedo escapar entonces a ningún lugar, porque donde YO esté, yo estaré ahí, y si busco escapar de algo, no es que escape de ese ALGO a secas, sino que (creo que) escapo de la REACCIÓN que YO tengo en contacto con ese algo...por lo que la misma REACCIÓN me la llevo a otro lugar, en la ilusión de que no me encontraré nuevamente con aquello que me hizo reaccionar. Pero soy YO quien reacciona, y yo mismo quien CREE escapar sin llegar nunca al ansiado libre lugar..."

sábado, 11 de agosto de 2012

Ami, el niño de las estrellas.

Hay quienes han sido "inválidos", y luego de meses o años de ejercicios logran volver a caminar, para ellos sí que es extraordinario poder hacerlo, y lo agradecen, lo disfrutan; en cambio, tú caminas sin darte cuenta, sin encontrar nada especial al hacerlo...